"Todo comenzo como una venganza"

Capitulo 3

Me desperté sentía como si me hubieran dado una paliza, que dolorida me sentía y la cama no sentía tan cómoda como la última noche que dormí en ella.
Me estruje los ojos, me estire y los abrí. Nunca había estado tan sorprendida en  mi vida la habitación donde estaba no era la mía, esta tenia paredes de roca como las antiguas fortalezas que habíamos visitado con los guía la cama en que dormía era más pequeña.
Definitivamente estaba durmiendo agarre las sabanas blancas para volverme acostar cuando despertara estaría de nuevo en mi cuarto llamaría a mis primas y nos reiríamos de este sueño y de cómo me afecta este país si eso haríamos.
-No te vuelvas a costar.-mire por la habitación buscando la voz la encontre una mujer vestida de color blanco estaba sentada en una silla mirándome y vestía un vestido del siglo XIX si definitivo este sueño cada segundo se volvía mas extraño.
-tengo sueño  y cuando vuelva cerrar los ojos me voy a despertar –me estaba volviendo loca tratando de razonar con una persona en mis sueños, pero lo más extraño es que en ellos yo siempre soy un espectador siempre me veo actuar no puedo cambiar lo que va suceder y menos elegir las palabras que salen de mi boca.
-Podrías hacerlo pero no creo funcionaria todo en voz suave como si temiera que por sus palabras me fuera enfurecer y  un brillo de lastima en sus ojos negros.  – Ya que ya estas despierta.
-eso es imposible dije con obstinación mientras me pellizcaba y dolió.
-vamos querida  párate te bañas, comes y te explicaré lo que pueda ya Antonio me conto  todo.
¿Antonio? ¿Qué me explicaría todo? yo no conozco a nadie con ese nombre ¿y cómo llegue aquí?
me puse a pensar y no me acordaba de haber llegado nunca al hotel, lo último que recordaba era la voz que me atormentaba.
-tranquila querida todo a su tiempo sin intenta saberlo todo al mismo tiempo perderás la razón.
Exprese todo en voz alta, al parecer si.
Vi como se levantaba de la silla y jalaba una cuerda de seda.
No había pasado un minuto cuando una mujer entro como una flecha  la habitación.
Estaba vestida de negro de pies a cabeza su cabello castaño iba recogido en un moño severo, tenía la ligera sospecha de que estaba oyendo detrás de la puerta  y ni siquiera se esforzó en disimular.
-vamos niña malcriada levántate ya tienes demasiado tiempo durmiendo no puedes todavía estar cansada.
-quizás debe….
-shh ya la ha tenido demasiado tiempo durmiendo  es hora que piense  a enseñarle.
Que raro esto y ¿dónde estaba? una sirvienta que mandaba callar a su señora y una señora que no mostraba ninguna reacción como si eso fuera el pan de cada día.
Vi como me fulminaba con sus ojos grises y me sacaba de la cama .Me llevo hasta  la bañera y casi a empujones me saco la ropa y me obligo a meterme en la bañera. La sorpresa no me izo reaccionar y dejarla hacerme eso.
Tirité el agua estaba fría.
-si tu hubieras despertado temprano o alguien te hubiera hecho despertar en vez de dejarte durmiendo todo lo que teda la gana- dijo eso mirando a la mujer vestida de blanco con sus ojos del color de la plata-el agua estaría caliente.
Vi como abrió los labios para disculparse.
-no lo haga.
Vi como la  mujer se debatía entre disculparse o no.
-cuanto tiempo estuve durmiendo pregunte vi el alivio en sus ojos.
-una semana y por cierto me llamo catalina y ella Aurora.
Cuando yo pensaba en una mujer con ese nombre se me venía a la mente una mujer hetera y delicada. Esa mujer no era hetera o delicada y mucho menos las dos juntas.
Eso significa conté hoy es sábado 25 de  Diciembre ella me miro extrañada.
-no querida hoy lunes 20 de junio 1860.
-eso es imposible no pude dormir casi un año -¿Qué año fue que dijo? Debió equivocarse o yo oír mal.
-niña tonta quizás porque no has hecho.
Mientras sacaba un jabón para enjabonarme, no iba dejar que esa loca me bañara, nadie me bañaba desde que tengo cinco años.
Le quite el jabón de las manos.
-¿por qué me lo quitas? pregunto incrédula.
-¿por qué? no voy a dejar  que me bañes.
Nos fulminamos con la mirada, hoy como carraspeo alguien y vi asía la puerta un hombre moreno con ojos azules estaba mirando la escena divertido.
-aunque la gatita tiene garras.
Que podía decir del hombre que tenia al frente era guapo aunque debería tener 40 años, pero tenía algo en la mirada que decía que lo único bueno en el era la obvia belleza física.
Y que le tenían miedo las dos mujeres que me  acompañaban  Catalina parecía querer convertirse en un ratón para poder esconderse detrás de algún mueble y la gruñona  aunque lo ocultaba mejor que Catalina también  se  podía ver que le tenía miedo.
Entro en la habitación dando zancadas,  avergonzada me hundí hasta el cuello en la bañera.
-si no quiere por ahora puede bañarse sola dijo Catalina.
-tiene que  acostumbrarse  a que la bañen, les parecerá extraño que no se deje bañar.
-es cierto Antonio.
Aunque él era Antonio, nos miramos mutuamente ninguno bajo la mirada en la tención se sentía en la habitación.
-empieza a bañarle-le ordeno a Aurora, mientras me seguía mirando esperando que bajara la mirada primero iba morirme antes de hacer eso.
Fui a detener de nuevo a aurora cuando Catalina me suplico con la mirada que no lo hiciera asentí compasión de ella.
-disculpe pero no me puede bañar si usted sigue aquí-aunque mis palabras eran educadas mas no sumisas.
-yo no veo impedimento-no parecía muy feliz de que me atreviera a dirigirme a él sin humillar la cabeza tan acostumbrado estaba al temor y a que lo trataran como si fuera un dios griego al cual se temiera su furia.
-creo -dijo Catalina-  que no es adecuado que estés aquí cuando la estén bañando.
-esta bien me voy para que la empiecen a bañar pero si se pone de necia yo mismo la bañare.
-te acompaño a fuera así conversamos.
Vi como los dos salían.

 Había ido asía la habitación ya que me  habían informado que Catalina había subido de nuevo, la muchacha tenía una semana sin despertar y nada que despertara había tenido fiebre y llegue a pensar que también esta se moriría.
Como siempre la puerta estaba abierta no puedo negar la escena me divirtió, nunca había visto que nadie contradijera Aurora además de mi, como hija bastarda de un conde y una cortesana ella no encajaba en ninguna clase no era plebeya pero tampoco aristócrata, y con el carácter que tiene  tampoco encajaba.
Pero igual se pude haber casado con algún comerciante o algo por el estilo pero prefirió se doncella de su mejor amiga.
La muchacha tiene mucho carácter igual que belleza sin duda alguna cera un dolor de cabeza para Trend y me alegro poder quitármela pronto de encima no soporto los desafíos ni las insolencias de una niña malcriada.
Lo único bueno que tenía su hija es que sabia igual que su madre que tener la boca cerrada era lo más prudente.
-al parecer habla el español como una dama, falta ver sus modales y mandarle hacer nueva ropa  es lo único que podría hacer en tampoco tiempo.
-y si no los conoce enseñarle lo básico.
-mandare a llamar a la modista, Trend envió una carta al parecer quiere saber cuáles son sus colores preferidos de ella para vestir.
-es muy amable de su parte, Antonio creo que ella está algo confundida con las fechas.
- pues acláraselas.
Que creía que me voy a poner a preocuparme por que la muchacha al parecer lo que tiene de bella y desafiante, también de estúpida.
-pregúntale lo colores que le gustan o invéntatelos y que las medidas que de la modista también se las mandas.
-como ordenes dijo  me retiro.
se dio la vuelta y se regreso asía la habitación , cuando la abrió pude escuchar un grito que pasaría ahora no tenia paciencia para ver de nuevo a la muchacha si la tenia de nuevo quizás la ahorcaba dejaría que Catalina solucionara esto de algo tenía que servir.